La huella


« El mayor legado que podemos dejar es el de un mundo mejor del que encontramos »

Jane Goodall


Bienvenid@ a la página personal de un primate cualquiera que intenta hacer justo eso, mejorar lo que está a su alcance.

Y la paternidad, la cuarentena (la de la edad y la del COVID), los fracasos laborales, las guerras, tanta terapia diferente o vete tú a saber qué, me han hecho ver que la única forma que tenemos tengo de conseguirlo es alcanzar el éxito individual.

Porque si nos sentimos bien individualmente, la probabilidad de que hagamos el bien colectivo aumenta exponencialmente provocando un efecto dominó como una cadena de favores.

Ya sé que lo malo se extiende más rápido, pero la excusa y la queja han sido mis 2 grandes adicciones hasta la fecha… y como cantaba Extremoduro, ¡me estoy quitando!

Pero ojo, que lo mismo te metes en una bandada que no es la tuya. Para mi ese éxito no es más (ni menos) que poder llegar a ser plenamente fiel a los principales valores que le mueven a un@, que en mi caso estoy intentando que sean:

Libertad
Posibilidad de poder pensar, decir y (sobre todo) hacer lo que quiera en cada momento de mi vida, sin escaquearme de mis responsabilidades como ser humano en general y como padre en particular.
Armonía
Equilibrio necesario entre los diferentes ámbitos importantes de mi vida para alcanzar la calma, que es desde el único sitio desde donde sé tomar (buenas) decisiones.
Contribución
Capacidad de ser útil a la sociedad.
Alegría
Reír haciendo reír; la mejor manera que conozco para que el alma no se marchite.
Creatividad
Habilidad para inventar cosas nuevas, tanto desde cero como mezclando conceptos existentes, que permitan conseguir los puntos anteriores de la forma más divertida y eficiente posible.

Como mi yo del pasado no ha sido capaz de llegar a vivir en base a esos valores, he decidido «matarme» para renacer cual ave… a secas. ¡Jo, qué bien me habría venido llamarme Félix!

Por tanto, Óscar José Silva Cruz, alias Chocolate Blanco, Teta Monja, Petisú de chocolate, Darwin, Burbuja Sparrow, Oscar Pan, Pirata, etc. (¡qué de motes he tenido en mi vida!), pasa por la puerta de la paternidad / cuarentena / madurez / gilipollez / X (pon aquí lo que quieras) y se convierte en Papá Ganso.

El nombre viene de las únicas cosas que estoy seguro que voy a ser durante lo que me quede de vida terrenal:

  • Papá como consecuencia de tener 2 hij@s, y
  • Ganso porque no hay animal que me represente mejor que una anátida. No es la mejor en nada… pero anda, vuela y nada (¿vendrá de aquí lo de «nada de nada»?). Vamos, que sirve «Pa Tó». Además de que me gusta bastante hacer tonterías, y a eso por aquí se le dice «hacer el ganso».

Y lo primero que quiero hacer como mi nuevo alter ego es dejar de tener pretensiones de llegar a todo el mundo, ni siquiera a mucha gente.

Me vale con que mis descendientes entiendan que lo más importante es vivir en base a su propia esencia y no acaben siendo lo impuesto por la sociedad (incluyéndome).

Que sí, experto en negocios digitales, que ya sé que es fundamental hacer todo por y para el público objetivo. Pero el tema es que los 2 clientes que realmente me importan son mis descendientes, por si no ha quedado lo suficientemente claro.

Estoy convencido de que habrá quien se pueda beneficiar de alguna manera de lo que vaya haciendo por aquí. Y que no te engañe (yo mismo), por supuesto que hay cierta intención de ganar dinero con ello si se presenta la oportunidad. Pero la raíz será la que tiene que ser.

¿Te animas a seguir de cerca la evolución de este primo?

Evolución Papá Ganso

PD: por si entre tanta pamplina no ha quedado claro de qué va esto, no es más que mi último intento de vivir de mis ideas ocurrencias mientras me re-educo educando.

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