Así es como se iba a llamar realmente el blog que quería haber empezado hace ya mucho tiempo. E iba a consistir en publicar todas esas ideas de posibles proyectos que van apareciendo por mi cabeza y luego se van quedando escritas por ahí cogiendo polvo, a veces virtual y otras literal.
Pero ahora mismo la paternidad ha invadido todo a mi alrededor como el aroma a pañal con regalo, por lo que la única solución para que esa idea original (mal)sobreviviese algo ha sido este trampantojo que lees.
Y me parece importante dedicarle una de las primeras entradas a este concepto porque para mi es uno de los pilares que quiero transmitir en este espacio: La paternidad no se va a adaptar a tu vida, tú vas a tener que adaptar lo que es importante para ti a la paternidad.
Además, quería que una de mis primas (que para mi fueron mi primer contacto «paternal») pudiese materializar el gusanillo de la creación de logos. Así que ahí arriba tenéis mi primera colaboración laboral, que ha quedado un poco en familia. Si te gusta el logo y necesitas uno para alguno de tus proyectos contacta conmigo y le vamos dando una oportunidad a alguien que está empezando.
Por último, explicar que el nombre puede ser bastante obvio/cutre, pero le tengo mucho cariño porque es de los primeros motes que recuerdo. Sí, he tenido muchos a lo largo de mi vida, pero de eso ya hablaré en otro post. Este me lo gané a pulso empezando casi cada frase con ¿Te imaginas que…?
Anímate y comenta algo que hayas imaginado alguna vez en tu vida.