Son nuestros primeros días siendo una familia de cuatro y no para de retumbarme en la cabeza el refrán «No hay dos sin tres». Así que ha venido casi solo el nuevo «re-flan sin azúcar», porque andamos todos bastante desubicados/histéricos por casa.
Y eso que el nuevo descendiente es, de momento, bastante más tranquilo que su hermana. El viaje de vuelta en el coche sin llantos nos lo pegamos entero la mamá y yo mirándonos fijamente con los ojos desencajados de la emoción.
Pero es que en casa no gestiona nadie del todo bien los grandes cambios, sólo hay que recordar cómo llevé yo el embarazo anterior.
Así que aquí ando intentando escribir algo relacionado con el nuevo fichaje, con unas bolsas en los ojos que me recuerdan a las que usa mi padre en la playa para que no se vuele la sombrilla. Mientras retumban en mi cabeza las frases «motivantes» que nos decían todos los que ya tenían 2 con cara de pena, del tipo: «1 + 1 no son 2, son por lo menos 4».
Total, que me está costando hacer algo que me convenza. Entiendo que la cosa no fluye porque el estrés es mal compañero de viaje.
¿Cuántos descendientes tener?
Aunque el ser humano está preparado para tener muchos más descendientes de los que podríamos imaginar, cada uno al final decide los que quiere tener en base a diferentes motivos/circunstancias.
Bueno, esto de la descendencia es tan complejo que a veces uno ni siquiera decide y la elección es una imposición ajena. Y no me refiero solo a que te obliguen.
Como ya sabes, aquí no juzgamos. Ni pretendemos crear dogma de nada.
Solo quería contarte por qué nosotros nos vamos a plantar con el segundo por si eso te ayuda en algo a tomar tus propias decisiones al respecto.
Pero bueno, por ser coherente con la pregunta que lanzo, creo lo ideal es tener entre 0 y 3.
La dualidad entre ser padre o no ya la trataré en otro post más adelante.
Y con respecto a lo de tener 3 (o más) no pienso hablar nunca porque no voy a vivir esa experiencia.
¿Por qué no vamos a tener más descendientes?
Ahora seguramente estés pensando «Ya, eso lo dices ahora pero luego nunca se sabe». Y es verdad, nunca se sabe. Pero nosotros hemos puesto tierra de por medio.
Aprovechando que el segundo descendiente iba a ser por cesárea programada, la mamá se ha hecho una ligadura de trompas.
Pero para nuestra sorpresa, esa ligadura «sólo» tiene un 99% de efectividad. Ese 1% no nos deja dormir. Y, aunque ya tenga pensado hacerme la vasectomía yo también, me queda la duda de si ese otro 99% extra completará el 100% o nos quedaremos en un 99,99%.
Bueno, en todo caso, el sexo está sobrevalorado. Y nunca es tarde para abrazar el celibato.
Creo que el hecho de tener un segundo de forma intencionada responde por si solo, pero por si acaso lo aclaro. Adoramos a nuestros descendientes… peeeero:
- Nos parece buen equilibrio siendo 2, aportar 2 nuevas vidas. El planeta anda justo de recursos.
- No nos apetece pasar por otro embarazo. Y eso que este ha sido una maravilla comparado con el primero.
- Viendo mi estado lamentable de forma, no me veo con 40 años agachando tanto el lomo.
- Los descuentos de familia numerosa no son tan suculentos como pudiese parecer.
- Ambos tenemos una hermana. No estamos solos pero tampoco con excesiva compañía. Ya sabes eso que dicen que 3 son multitud.
- El paso de ser 4 a 5 requiere muchos cambios a nivel logístico, principalmente de casa y coche.
- Solo tenemos dos brazos cada uno de momento. Y viendo lo intensos que nos salen los descendientes, alguno se quedaría sin su ración de «pegajosismo».

¿Por qué decidimos tener otro descendiente?
Por el tono de lo anterior puede que no te cuadre mucho que nos hayamos embarcado en aumentar la familia. Pero tiene su explicación.
Si buscas cosas del tipo «¿por qué tener un segundo hijo?» en Google seguramente encontrarás argumentos más profundos que los que vas a encontrar aquí. Pero imagino que ya te harás una idea de lo que puedes esperar de alguien que se autodenomina «Papá Ganso».
El tema es que perder nuestro, tiempo, sueño, calidad de vida, dinero y neuronas (porque sé que hay más cosas pero ya ni me acuerdo) no ha sido suficiente para quedarnos sólo con nuestra primera descendiente porque:
- Total, ya no tenemos vida. Hay poca diferencia entre recuperarla en 2050 o en 2053.
- Yo quería probar lo que era tener una «churrilla» en casa y la mamá quería reutilizar algo más toda la ropa que tenemos de la primera descendiente.
- Queremos compartir la «tortura» que nos genera nuestra descendiente mayor con otra persona. Somos así de solidarios.
- Últimamente me parecía excesivo todo lo que le tengo preparado a mi descendiente como venganza cuando sea viejo (bueno, más viejo). Así tendrá a alguien con quien repartir, por ejemplo, la limpieza de mis calzones.
- Dar la posibilidad de tener un compañero de vida, juego, trastadas a la descendiente mayor nos parecía un bonito regalo. Y sí, ya anda pidiendo el perro la muy…
- Ser padre es una experiencia agotadoramente maravillosa.
2 comentarios
❤️¡me ha encantado! Muy parecido a lo q pensamos nosotros. Con dos nos plantamos con nuestras ganas de martirizarnos ???? y porque no tenemos mas brazo, como bien expones.
Se les quiere mucho pero la posibilidad de un tercero siempre te hace tener sudores fríos y pensar en el frágil equilibrio mental que ya nos gastamos con 2????
Solo puedo mandaros mucho ánimo y recordar… Todo llega, todo cambia y todo pasa????
¡Buenas! Sí, esos sudores fríos ya me entran hasta con la opción mascota jeje.
Por otro lado, justo esa frase se la mandé ayer a mi madre y a mi tía con una cesta de desayuno para intentar animarlas por lo de mi abuela. Es muy top.